La invalidación de percepción es un tipo de abuso emocional que ocurre cuando un niño es desautorizado o ridiculizado por sus sentimientos, pensamientos o experiencias. Esto puede tener un impacto negativo significativo en el desarrollo emocional y social del niño.
Las dimensiones de afectaciones para un niño al sufrir una invalidación de percepción pueden ser las siguientes:
Emocional: El niño puede sentirse confundido, inseguro y rechazado. Puede tener problemas para confiar en sus propias emociones y percepciones.
Social: El niño puede tener problemas para establecer relaciones saludables. Puede tener miedo de compartir sus sentimientos con los demás.
Cognitivo: El niño puede tener problemas para aprender y resolver problemas. Puede tener dificultades para concentrarse y prestar atención.
Comportamental: El niño puede tener problemas de comportamiento, como berrinches, agresividad o retraimiento.
Los siguientes son algunos ejemplos de invalidación de percepción:
Un padre que le dice a su hijo que no está triste cuando está llorando.
Una maestra que le dice a un niño que no está asustado cuando está temblando.
Un amigo que le dice a un niño que no está enojado cuando está gritando.
La invalidación de percepción puede tener un impacto negativo a largo plazo en la vida de un niño. Es importante que los adultos que rodean a los niños estén atentos a los signos de invalidación y que proporcionen un entorno seguro y de apoyo para los niños.
Aquí hay algunas cosas que los adultos pueden hacer para ayudar a los niños que han sido invalidados:
Cree un espacio seguro para que el niño comparta sus sentimientos.
Escuche al niño con atención y sin juzgar.
Valide los sentimientos del niño.
Ayude al niño a desarrollar habilidades de afrontamiento saludables.
Si usted o alguien que conoce está experimentando invalidación de percepción, busque ayuda profesional.
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