#Jesucristo se denomina a sí mismo “La #Verdad” (Juan 14,16). No dice que es la #pureza o la #bondad, ni la fe, ni la #esperanza. Y su misión se resume en dar #testimonio de la verdad (Juan 17, 37). Su vida es #idénticamente igual a su mensaje. Por eso, podemos decir, ser fiel a Cristo es ser fiel a la verdad, respetarla, propagarla, defenderla, #asimilarla.
Y el Espíritu Santo es el Espíritu de la verdad, y el que nos descubre la verdad del hombre y de Dios, la verdad de ti mismo. Es el que te enseña a apreciar en su #justo valor las #realidades de este mundo, su #fugacidad, el #valor de la vida ante la #eternidad. El Espíritu Santo guía hacia la verdad, a quien lo #escucha y pone en práctica sus inspiraciones.
Hay diversas máscaras o caretas:
a) La #conciencia indelicada: cuando admites a sabiendas pequeñas transgresiones a tus deberes profesionales, familiares y personales. “Total, no es nada. Total, a nadie hago el mal. Total, es poca cosa”.
b) La conciencia adormecida: bajo la anestesia de la juerga, la francachela, la superficialidad, el alcohol, el vicio, las mujeres...tu conciencia no reacciona, no escuchas su voz. Esta dormida, narcotizada, anestesiada.
c) La conciencia domesticada. Una conciencia para andar por casa. Es conciencia mansa, que ya no produce remordimientos, angustias, desazones interiores ante el mal hecho. La has domesticado: ya no salta, ya no ruge, ya no se lanza...la tienes bien tranquila, con el látigo de la excusa y de las justificaciones.
d) La conciencia deformada: juzga bueno lo que es malo y viceversa.
e) La conciencia farisaica: afán de aparentar exteriormente rectitud moral, estando lleno por dentro de mentiras e hipocresía.
Tú, si quieres, puedes aparentar, vivir de forma diversa a lo que profesas externamente; puedes engañar, puedes llegar incluso a la #esquizofrenia, que consiste en tener dos personalidades en el mismo sujeto, y ya no distingues lo que es #real y lo que es #apariencia.
El #hombre es una unidad #perfecta. Todo lo que es mentira, falsedad, fingimiento, inautenticidad, rompe esta unidad. La #ruptura se da entre el ser y el actuar, entre el pensar y el decir, entre el decidir y el cumplir. Y las consecuencias son: infelicidad, insatisfacción, ruptura de la armonía de la personalidad.
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