Alguna vez te ha pasado que has escuchado frases como: “Yo en ningún momento quise decir eso, te lo imaginas” o “Eres alguien muy sensible, solo era un chiste”? Quizás la respuesta sea afirmativa, y esto sea más contundente si se acompaña de expresiones como “Eres un exagerado”. Esto es un efecto de gaslighting, que funciona para mantener relaciones dañinas que, a largo plazo, se vuelven tóxicas. Una manera de abuso psicológico que se puede observar en grupos sociales y relaciones de pareja. Conozcamos el desarrollo de este efecto psicológico, así como el desarrollo del mismo a lo largo de la historia y de qué forma se puede detectar y prevenir este tipo de relaciones que funcionan en base a la manipulación y control.
¿Qué es el gaslighting?
El gaslighting es un tipo de violencia psicológica consiste en una serie de actitudes en las que quien lo lleva a cabo busca dominar y someter al otro por medio de las emociones. Así, este término nace en 1938, inspirado en la obra de teatro Gaslighting, de Patrick Hamilton, que narra una forma de abuso emocional.
En esta misma línea, el concepto también hace alusión al acto de poder manipular y controlar a una o varias personas, como ocurre en algunas sectas, llegando al punto de dirigir sus ideologías, creencias o incluso estilo de vida. Algo que tiene efectos a corto, mediano o largo plazo.
Comments
Post a Comment